En defensa del diccionario en exámenes de idiomas

diccionario dictionary

Bienvenidos a una nueva entrada de Yentelman, el blog en el que aprenderéis inglés y, si os descuidáis, hasta español. Hoy rescato una cuestión que me planteó un alumno con motivo de los exámenes de febrero. Cito textualmente:

«Una pregunta que me veo obligado a hacer. ¿Se puede usar diccionario en el examen? En alguna ocasión se han reido de mí por esta pregunta».

Debo reconocer que la última frase me llegó al alma. ¿Reirse por una pregunta tan lógica como si se puede o no usar un diccionario en el examen de inglés? Por ello, tras una breve reflexión, creí que sería buena idea compartir con vosotros mi punto de vista respecto al uso del diccionario en exámenes de idiomas, y por qué creo que es conveniente, e incluso necesario, permitir su uso en dichas pruebas.

En defensa del diccionario en exámenes de idiomas

Spongebob reading

Voy a poneros en antecedentes acerca de mis costumbres en los exámenes que elaboro y superviso. Como ya sabréis, soy (entre muchas otras cosas) profesor de inglés en un centro privado de enseñanza superior. Doy clases en cuatro niveles de un par de Bachelor, que es el equivalente británico a nuestro grado español. Personalmente, permito utilizar diccionario bilingüe inglés-español en todos los niveles menos en primero. Eso sí, siempre insisto en que dicho diccionario debe ser impreso. Versión papel, vaya. Nada de diccionarios online.

Ahora bien, ¿por qué no dejo utilizar diccionario en primero? Y, ¿por qué no pueden mis alumnos utilizar un diccionario online?

Creo que llevo dejando claro desde que empecé con Yentelman que estoy muy a favor de los diccionarios. Como traductor que soy (además de profe), los considero imprescindibles en mi curro, y uno de los primeros posts de Yentelman fue ese de los 10 diccionarios de inglés online para gobernarlos a todos que tanto éxito tuvo en los inicios del blog.

¿Por qué no dejo utilizar diccionario en primero?

Respondiendo a mis propias preguntas, no dejo utilizar diccionario en el examen de primero porque he diseñado ese examen de tal modo que el uso o no de dicho recurso es irrelevante para la correcta resolución del mismo. Es un examen bastante sencillo, al igual que el vocabulario que incluyo. Pido una redacción, cierto, pero a este nivel me interesa más que el alumno sea capaz de utilizar estructuras básicas, simples. He comprobado que utilizar diccionario en estos casos en los que la exigencia es baja lleva a que el alumno «se crezca» y empiece a calcar estructuras del español. Y ya sabemos lo que puede pasar en esos casos.

not making any sense

Un alumno cualquiera viniéndose arriba en la redacción del examen

A partir de segundo, el nivel sube. Entre las preguntas de examen incluyo una traducción, y ahí sí que considero imprescindible el diccionario, además de que pongo especial énfasis a lo largo del curso para que aprendan a usarlo. ¿Recordáis el artículo con vídeo de «Cómo utilizar un diccionario bilingüe«? Pues digamos que lo mismo hago en clase, pero incluso ampliado. Que desde que escribí ese post he visto muchas más barbaridades.

¿Por qué no pueden mis alumnos utilizar un diccionario online?

En cuanto al por qué no dejo que utilicen diccionarios online, en este caso la respuesta me parece bastante obvia. Si supiera que sólo iban a usar el diccionario (cualquiera de los que propongo en mi post acerca del tema, de hecho), no tendría problema. Pero teniendo todo Internet a su alcance, la tentación es grande, y ya sabemos que lleva al lado oscuro.

Mencionaba antes mi post de cómo usar un diccionario bilingüe. En general, cualquier diccionario debería ser una herramienta imprescindible en el aprendizaje y uso de idiomas. El problema es que muchos profesores del gremio lo ven más como una amenaza, no entiendo muy bien por qué. ¿Tal vez porque son de esos que se creen mejores docentes por suspender a más alumnos?

ripping phone book

«¡Esto es lo que hago con tu diccionario de inglés!»

Las listas de vocabulario

¿Qué beneficio hay en darle a tus alumnos diez hojas de vocabulario enumerando 30 formas de andar, o 20 tipos de lluvia, y someterlos después a examen en función de eso? El vocabulario, lo he dicho siempre, se adquiere. Yo siempre fui un desastre con los phrasal verbs, y si he conseguido manejarlos no ha sido gracias a esos interminables listados, sino a que he leído mucho y los he ido viendo y adquiriendo con el tiempo. Con el tiempo y la ayuda ocasional del diccionario, claro. Porque, por bueno que seas, siempre habrá alguna palabra que se te escape. Pasa en español, imaginaos en inglés. Mi consejo: más lecturas en el idioma meta (no tienen por qué ser clásicos de la literatura, hay muchas otras opciones. Hasta webcomics) y menos listas descontextualizadas para memorizar.

Ahora alguno me dirá, «pero, señor Yentelman, tú alguna vez también nos has pasado listas de vocabulario». Sí, en efecto. Pero ¿acaso os he examinado para ver si las habíais «aprendido»? Los listados de vocabulario son buenos, igual que lo es un diccionario. Sirven como referencia y apoyo en diversos casos, y alguna palabra que te resulte curiosa se te puede quedar desde el primer momento. Además, hay una diferencia con las listas que os pasaba vuestro profe en el instituto:

I make this look good Men in Black gif

Que yo hago que esto luzca

Uno de los casos que considero más hiriente desde siempre es el de los exámenes para traductor jurado. ¿Cómo es posible que, en una profesión donde el diccionario es herramienta imprescindible de uso diario, no permitan emplearlo en los exámenes? ¡Si precisamente deberían potenciar su uso, y asegurarse de que se sabe utilizar! Preséntame a un traductor de textos jurídicos que no recurra a diccionarios durante su trabajo. Ya, eso pensaba. Pues en el examen de marras no lo permiten, hay que joderse.

En resumen…

Voy a ir terminando mi diatriba de hoy, que creo que la idea ya ha quedado clara. No voy a decirle a ningún compañero de profesión cómo debería afrontar sus clases, pero mi punto de vista es el siguiente: más diversión, más lectura, menos listados de vocabulario «para examen». Y que los alumnos aprendan a utilizar diccionarios y glosarios de idiomas de forma correcta, cuanto antes. Que, si no, luego pasa lo que pasa.

burning papers

Cuando termino de corregir ciertos exámenes…

Sé que muchos de mis lectores son profesores y traductores, además de bastantes estudiantes de inglés. A todos ellos les agradecería que me hicieran saber su punto de vista a este respecto, así como cualquier duda o planteamiento alternativo. Que oye, igual es que yo vivo de mis recuerdos del pasado, cuando estas cosas eran la norma. Igual ahora ya no se llevan. Que estoy siguiendo a un profe en Twitter que utiliza el Monkey Island para enseñar inglés a sus alumnos mediante la gamificación… En fin, contadme vuestras experiencias y perspectiva si os place. Ya sabéis dónde: en los comentarios, en nuestro Facebook, Twitter o en nuestro perfil de Bloguers. Peace and love!

12 thoughts on “En defensa del diccionario en exámenes de idiomas

  1. Curioso tu caso, como bien dices en el post yo siempre tuve a ese tipo de profesores de ingles que se cargaba al 75% de la clase y nunca dejaba diccionario, e incluso me siento identificado como muchos compañeros de mi época en que preguntar si se puede usar en el examen era motivo de carcajada del docente seguido de un cortante no.

    Incluso uno de mi clase en el instituto tuvo la insolencia de decir que en latín era indispensable llevarlo a los exámenes y a nuestro profesor le dió por darnos una clase entera en inglés que parecía una tesis doctoral sobre las lenguas vivas y las muertas y como ve lógico que en ciertos idiomas se deje pero uno tan internacional como el inglés debieramos saber en todo momento las palabras que aparecían en el examen o, al menos, por el contexto dilucidar que significaban y no se en que momento se le fue la olla y terminó media hora hablando sobre los derechos del copyright y el porqué de su existencia y sus reglas…

    En fin, que me voy por los cerros de Úbeda, no conocía a profesores de inglés a favor de los diccionarios en los exámenes y no se hasta que punto eso puede engrandecer la nota final del alumno, porque en cualquier idioma, una palabra clave puede cambiar el sentido a toda la frase, e imagínate una mal traducida. Si te repones de un escollo así, en apenas 30 segundos buscándola en el diccionario puede que te solucione una papeleta muy gorda y el resultado final sea muy diferente.

    • Pues ya conoces a uno. He comprobado, por los comentarios que me han hecho en varios grupos de Facebook donde he compartido el post, que en Sudamérica debe ser bastante más habitual lo de permitir usar un diccionario en el examen. Monolingüe en algunos casos, pero menos da una piedra.
      Qué te voy a contar del latín… se me daba fatal, y eso que nuestro profesor, aunque hueso, SÍ permitía el uso del diccionario. Fue la única asignatura que suspendí en mi época de colegial (bueno, matemáticas la aprobé gracias al profesor particular), y aprobé en septiembre porque al buen hombre, que en paz descanse, se le ablandó el corazón y aprobó a toda la clase. Nada demasiado difícil, por otra parte, si tenemos en cuenta que éramos cuatro y a los cuatro nos había crujido para septiembre.
      Está claro que en nuestra época (bueno, en la mía, que igual te estoy poniendo años…), preguntar si podías llevar diccionario al examen de inglés era motivo de mofa, befa y escarnio por parte no sólo del profesor, sino de los propios compañeros. Me alegra comprobar que las cosas, aunque despacito cual estribillo de Luis Fonsi, están cambiando. En cuanto a lo de hacer que la nota final aumente… bueno, el diccionario es sólo una ventaja si se sabe utilizar bien. Muchos alumnos se pegan más tiempo mirando el diccionario que haciendo el examen, y luego llegan los «no me da tiempo» de rigor. Eso por no mencionar los que cogen la primera acepción que aparece y se quedan tan anchos, como ya comenté en el post del diccionario bilingüe. Es todo un mundo. Pero precisamente por eso digo que el énfasis debería ponerse también en enseñar a usar un diccionario como Crom manda, mirando los ejemplos, las abreviaturas (no es lo mismo si la palabra es un sustantivo, verbo, adjetivo…), aprendiendo a buscar cosas aparentemente tan sencillas como un gerundio o un participio (que, claro, normalmente no salen tal cual en el diccionario. Fliparías con la de gente que no es capaz de identificar la raíz y buscar el verbo), etc. En fin…

      Espero haberte hecho recuperar la fé en los profes de inglés, al menos un poquito 🙂 Abrazo, man.

      • Jajajaja en latín a todos nos dejaban, es una lengua muerta y por tanto al no hablarse tienes necesidad de tirar de diccionario porque desconoces muchas cosas del texto que te proponían, gracias a dios, el viejo diccionario de latín de mi madre venía con las declinaciones también que algunas veces las armaba parda traduciendo y me salían unas historias de película muy lejanas a lo que ponía el texto. Pero no se como lo hacía que en el examen final siempre aprobaba raspado y con un cantito…
        No es cosa de recuperar la fé, es darte cuenta que te han enseñado de una forma y cuando ves otra radicalmente opuesta alucinas… A mí el diccionario en inglés en un examen raramente me serviría, porque el vocabulario siempre se me ha dado bastante bien, otra cosa ya es todo lo restante. Pero también hay que decir que los dos profesores que me toco en el instituto (un hombre y una mujer) parecían que disfrutaban más puteándonos que Rasputín en una cámara de torturas… Por ponerte un ejemplo nos pusieron en un examen una conferencia del gobierno inglés sobre no se que asunto, que si en español ni pajolera en aquella época, imagínate en inglés… Los listening eran más parecidos a cacofonías que a diálogos entre dos personas, lo mismo hablaban con el tren pasando por dentras, que con ruidos de claxón y si estaban en el ascensor uno tenía aerofagia cada vez que su compadre hablaba…, todo esto en cintas del año la polka que estaban ralladas y que, como te lo ponían por segunda y puede que tercera vez, te tenías que comer el ruido del rebobinado… Todo junto parecía una experiencia sacada de Clockwork Orange. Los libros ni los tocabamos apenas, un día se posaba un petirrojo en la ventana y el profesor se tiraba hablando una hora sobre la vida de los «robin», que si cuantas veces fecundaban, cuantos huevos ponían, cuando emigraban y posteriormente te sacaba con el compañero de turno a improvisar un diálogo sobre petirrojos y te puntuaba directamente con 0-5 o 10… Así que tranquilo, tú molas, pero no tenías difícil hacerlo… Abrazo de vuelta.

        • Hombre, pues tiene mérito ser capaz de improvisar ahí, a pelo, sobre los hábitos reproductivos de los petirrojos siendo profe de inglés. Que a mi me pasa algo así y acabo como el andaluz del chiste de Eugenio en el que habla con un ruso…



          Eso de que no tenía difícil molar, no te creas, eh. Es todo un arte. 😉

  2. Hola:

    ¡Qué tema tan interesante el de esta semana! En primer lugar, diré que lo del traductor jurado siempre me ha llamado mucho la atención, lo entendería si fueran intérpretes, pero es que, trabajando en una agencia hace años, descubrí que los intérpretes solicitan siempre que es posible info para prepararse bases terminológicas días antes de iniciar sus trabajos en empresas.

    Más allá de los profesionales, me sorprende cómo los diccionarios han desaparecido casi completamente de las clases, tanto de español, como de otros idiomas. Es cierto que desde un móvil es rápido buscar, pero el diccionario en papel es una auténtica herramienta de trabajo y, si se sabe usar, resulta tremendamente útil. Por ello se debería trabajar con ellos en clase y, por supuesto, en exámenes sabiendo cómo usarlos bien.

    Como ves, soy una acérrima defensora de los diccionarios y ahora te diré que, en mis años escolares, y no soy tan mayor, copié palabras y definiciones para aburrirme, eran la idea de «deberes» de una monja de la vieja escuela. Y al llegar a ESO, la idea de una clase de fonética y vocabulario en inglés de la profe era pasar una hora leyendo el diccionario. Vamos, que era como para odiarlos. Sin embargo, recuerdo que el Selectividad, en el examen de Latín, en la parte de traducción, apareció un término rarísimo, no había forma de saber su declinación, ni de encontrar relación con palabras actuales… Pues bien, tantos años trabajando con diccionarios dieron sus resultados y, al final, logré localizarlo (era el nombre de una tribu de Britania). Fui la única que la encontró, ello me valió la mejor nota en Latín en mi ciudad. Años después en mi último año de carrera, en el examen de traducción, la profe nos propuso un texto jurídico, dejándonos un diccionario bilingüe y dos monolingües, recuerdo que muchos compañeros no fueron capaces de acabar sus textos, no por falta de tiempo, sino porque se bloquearon por falta de práctica con los diccionarios.

    Así que sí: sin exagerar copiando o leyendolo una hora, hay que trabajar con el diccionario, aprender para qué vale, perderle el miedo y, por supuesto, tenerlo a mano en un examen.

    Saludos!!

    • ¡Hola María!

      Hacer un examen de traductor jurado sin diccionario es un sinsentido, pero qué le vamos a hacer. No sé si seguirá siendo así, la verdad. Espero que no, pero conociendo nuestro país y su burocracia, no me sorprendería.

      Respecto a lo que comentas de que los diccionarios parecen haber desapaarecido de las aulas, no sé qué decirte. Yo lo uso bastante, y como he dicho, una de mis primeras clases está dedicado a introducir a los alumnos a este amigo común, explicarles a grandes rasgos qué es cada cosa, cómo deben buscar, etc. Luego algunos hacen caso y otros no, pero que no se diga que no lo intento. Yo, creo que ya lo he mencionado alguna vez, tengo una buena colección de diccionarios temáticos que son una pasada, buenísimos, espectaculares… y aunque no me dedico a la traducción jurídica, por ejemplo, sé que siempre tendré ahí mi Varó para cuando lo necesite. Aún no he encontrado uno online bilingüe que le llegue ni a la suela. Con una herramienta así en el examen de traductor jurado, la cosa cambiaría. Y lo gracioso es que, como digo en el post, seguro que a ningún traductor se le ocurriría meterse a adaptar un texto sin tener el diccionario a mano.

      Deja que te diga que copiar cosas es una buena forma de que se te queden, aunque diría que la mayoría sólo a corto plazo. Al menos eso me pasaba a mí cuando me hacía chuletas, jeje. Pero vamos, que esos ejercicios en plan Bart Simpson son de los que, en efecto, pueden hacer que un alumno le coja tirria al inglés por la vía rápida 🙁 Yo practico mucho e interactúo con mis alumnos bastante, e intento aportar algo del humor que uso en Yentelman en las clases también. Lo cierto es que lo agradecen. Que unos cuantos de mis ex-alumnos se cuenten entre mis amigos una vez terminados los estudios (incluido Víktor, el mastermind coder del blog) no creo que sea casualidad.
      Qué curioso lo de tu examen de latín, jeje. Parece que todos hemos tenido algún trauma con esa asignatura. Lo de bloquearse usando un diccionario y no poder terminar el examen a tiempo lo tengo muy visto, por desgracia. Por eso siempre intento poner énfasis en que dejen los ejercicios que implican un mayor uso del diccionario, como las traducciones, para el final. Pero lo cierto es que, como bien dices, esto suele deberse a un mal uso del mismo.

      Por lo demás, obviamente muy de acuerdo con tu conclusión, claro 🙂
      ¡Abrazo!

  3. Me encantaría usar el diccionario en mis clases sobre todo en exámenes, tendrías un modelo de examen con el cual usan el diccionario? Muchas gracias

    • Sí, claro. Te puedo pasar el formato que suelo usar con mis chicos de segundo de carrera. Te lo mandaré a tu correo el martes, que es cuando vuelvo al curro (el lunes es fiesta en mi ciudad, ¡yuju!).
      Eso sí, te aviso de que soy bastante friki, y te puedes encontrar alguna pregunta un poco… «rara». También te digo que el examen está, obviamente, relacionado con lo que vemos durante el curso y con el trabajo obligatorio que completa la calificación final.

      ¡Gracias por comentar!

  4. ¡He disfrutado como una enana leyendo el post de esta semana! Cualquiera que me hubiera visto… leyendo y asintiendo con la cabeza a cada frase que leía…

    La verdad es que, como profesora de inglés y también traductora, además de estudiante afectada por los hechos en su día, he de decir que estoy complementamente de acuerdo con todo lo que nos has planteado esta semana.

    La idea de utilizar diccionarios en determinados niveles me parece de lo más coherente. Al fin y al cabo, seguro que a todos los profesores también nos pasado alguna vez de tener que buscar alguna palabra en el diccionario en mitad de una clase. Y sí, ahí siempre salta mi vena chunga cuando algún alumno dice: «¿Pero no te lo sabes? ¿Si eres la teacher?». Efectivamente, soy la teacher, pero no un diccionario con patas. Sí, se muuuuchas palabras del inglés, pero nunca las sabré todas, al igual que tampoco sé ni sabré todo el léxico del español. Eso sí, he de puntualizar que voy a todas para una contigo en eso de no permitírselo a los alumnos de niveles inferiores, ya que son más peligrosos con un diccionario que los Gremlins cantando bajo la lluvia.

    Por otro lado, no puedo evitar comentar el caso de los traductores jurados, el cual me parece de lo más absurdo. ¿Acaso refleja la realidad? ¿Alguien realmente piensa que en la vida real, ahí fuera, en ese mundo «tan duro» para los profesionales, algún traductor va a desempeñar su trabajo sin diccionario? ¿Por qué entonces se premia en ese examen al que más cosas sabría traducir de memoria en lugar de premiar al que mejor uso de un diccionario haga o mejor labor de documentación e investigación realice? Bueno, otra de esas cosas incomprensibles del ser humano….

    ¡Gracias una semana más por compartir ideas tan interesantes!

    Un abrazo!!

    • Juas, devuélveme la frase de «no soy un diccionario con patas», que es mía. No, en serio… esa misma frase, verbatim, la uso yo cuando me dicen esas cosas. Y, curiosamente, me las suelen decir como a tí. «¿Cómo que no sabes lo que significa sesquipedalianism? ¿Pero no eres el teacher?» (la palabreja la he tenido que buscar, por cierto. Parece ser que es la «tendencia a utilizar palabras largas»).

      Ahora mismo acaban de comentarme en FB que en según que casos, no es buena idea usar un diccionario en un examen. Lógico. Por eso he hablado de los niveles. En mi examen de nivel más bajo suelo poner muchos ejercicios de huecos, y utilizar un diccionario en estos casos no tiene mucho sentido. Probablemente, perderían demasiado tiempo buscando palabras irrelevantes y luego vendría el llanto y el rechinar de dientes. Ya me lo hacen los de niveles superiores… Y mira que se lo digo, que no voy «a pillar», pero ni caso. Es curioso cómo se sigue pensando que si es demasiado fácil para ser verdad, probablemente sea una trampa del profe.

      Lo de «Los Gremlins cantando bajo la lluvia» te lo cojo prestado para usarlo algún día XD
      Y bueno, de lo de los diccionarios en el examen de traductor jurado ya lo he comentado en mis respuestas anteriores. Pero me gusta mucho cómo lo has planteado, eso de premiar al que sepa traducir de memoria (y que, llegado el caso, no demuestra realmente que vaya a saber manejarse en situaciones en las que tal vez no conozca determinadas voces) frente al que sepa manejar las herramientas típicas de su trabajo. Esto me recuerda demasiado el temita de las oposiciones para docente. No quiero entrar demasiado en este tema, pero siempre me ha hecho gracia como muchos creen que, por aprobar un examen consistente en regurgitar contenidos (sí, ya sé que hay otros aspectos que se valoran, pero básicamente es eso), de repente te sale la vocación y la habilidad didáctica por las orejas. Ejem.

      Me alegra mucho que te haya gustado el post, de verdad. Y muchas gracias a tí y a todos los que han comentado por sus opiniones. También es un alivio ver que no estoy solo 🙂
      ¡Abrazo!

  5. La primera palabra que se me vino a la mente después de leer tu post fue «amen».

    Recuerdo que en mis tiempos de estudiante, un compañero le hizo la misma pregunta a mi profesor de lingüística inglesa. Lo bueno es que mi exprofesor piensa como tú. Nos dijo que todo buen lingüista necesita tener y saber usar un diccionario.

    Thanks for another great post!

    • Thank you!
      Tu ex-teacher es un hombre sabio 🙂
      Está claro que, si vas a trabajar con idiomas, debes tener al menos un diccionario de confianza. Y según a qué te dediques, muchos.
      ¡Gracias por comentar, como de costumbre ! 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*
*
Website